martes, 11 de agosto de 2009

CLASE / INSTITUTO VÍNCULOS de AMOR / Míércoles 12 de Agosto de 2009

CLASE de Pastora Lydia Celayos / miércoles 12 de agosto 2009

LA PRISIÓN de las ATADURAS:
En las Escrituras se mencionan cuatro diferentes prisiones que se forman a partir de las heridas en el alma. Esto convierte a las heridas en un verdugo implacable y destructivo, se convierten en ataduras internas que esclavizan y dominan a la persona, sin que ésta pueda librarse por sí mismo, poque domina en varios terrenos internos de la persona. Entre las prisiones de las heridas, se encuentran las siguientes:

1.Las heridas que atan el pasado.- Las cuales no permiten que la persona sea libre de los recuerdos del pasado. Esto provoca dos daños muy importantes:
1.1. La persona reacciona a las situaciones presentes, condicionado por lo que le sucedió en el pasado.
1.2. Cualquier experiencia adversa actúa como un estímulo emocional, que despierta malestares y dolores internos.
Lo anterior, provoca que la persona no disfrute de la vida plenamente. Y la convierte en un ser que solo reacciona a las situaciones, pero no las supera... ver Filipenses 3:13

2. Las heridas atan a la víctima con su agresor.- La persona herida genera rencor hacia la persona que le dañó. Esto provoca que la víctima quede atada a su agresor por medio del odio que siente hacia él. Y puede transcurrir mucho tiempo, mientras los sentimientos y pensamientos giran al rededor del daño recibido.
Al final, la persona no logra despegarse del impacto que la otra persona le provocó, y experimenta peores sufrimientos que al principio.
Para comprender las dimensiones de este daño, se deben analizar dos datos importantes:

2.1. En la Biblia, cuando una persona odia y no perdona, se convierte en homicida.. ver 1 Juan 3:15
2.2. En la antiguedad, un homicida sufría un terrible castigo. Era amarrado al cuerpo de la persona que había asesinado; colocándose un cuerpo sobre el otro, haciendo contacto las diferentes áreas de un cuero con las del otro, y transmitiéndose todos los efectos de descomposición y putrefacción del cuerpo muerto del asesinado, al cuerpo con vida del homicida; hasta matarlo también. Lamentalemente, lo mismo provocan las heridas del alma. Provocan una muerte lenta y dolorosa... ver Juan 20:23

3. Las heridas atan a la amargura.- La persona herida va perdiendo la capacidad de dar y recibir amor. Y este amores sustituido por el odio, el cual llega a ser su forma de vida. Es importante reconocer que el odio nace de las heridas que no han sido sanadas... ver 1 Juan 3:15 y Génesis 41:51

CLASE de Historia y Geografía Bíblica del Pastor Humberto Martínez /Miércoles 12 de agosto de 2009.

Considerando que los libros de Crónicas abarcan en su mayoría el material que se encuentra en 2 Samuel y 1 y 2 de Reyes, creemos que es necesari sólo tocar cinco aspectos introductorios:
1. Se escribieron los libros de los Reyes poco despúes del principio del cautiverio en Babilonia. Se ecribieron los de Crónicas poco después del regreso del cautiverio.
2. Un profeta, Jeremías, compiló los libros de Reyes; el sacerdote Esdras los de Crónicas.
3. Los libros de Reyes dan énfasis al trono de los reyes terrenales; los de las Crónicas al trono terrenal (el templo del Rey Celestial).
4. Los libroes de Reyes tratan de Judá e Israel; los de Crónicas de Judá, mencionandose incidentalmente a Israel.
5. Los libros de Reyes son los libros políticos de la realeza; los de Crónicas eclesiásticos y sacerdotales.

TAREA DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA BÍBLICAS:

ELEGIR EN EQUIPOS O INDIVIDUALMENTE LA SÍNTESIS HISTORIO-GRÁFICA DEL ÚLTIMO LIBRO HISTÓRICO DEL ANTIGUO TESTAMENTO BÍBLICO: ESTER (PARA DENTRO DE DOS MIÉRCOLES: 19 de agosto 2009)


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Libros de Esdras y Nehemías:

En su origen, los libros de Esdras y Nehemías eran una sola obra que fue dividida artificialmente en tiempos posteriores. Ambos libros forman una unidad temática y estilística con I y II Crónicas.

La tradición atribuye la autoría del libro al propio Esdras, aunque esta teoría no puede comprobarse por medios técnicos. Es casi seguro que en su origen haya sido escrito por la misma mano que Nehemías, aunque cambios de orden, adiciones y sustracciones han desordenado a ambos libros de tal modo que este aserto es también muy difícil de demostrar.

Puede ser que Esdras y Nehemías hayan escrito el libro entero ("Esdras y Nehemías") en conjunto. Admitiendo esto, parece que el "coordinador de redacción" fue el mismo Nehemías y se lo reputa responsable del libro completo, con correcciones y adiciones atribuidas a su colega Esdras. Sí se sabe que el ordenamiento, revisión y corrección del texto ocurrieron en tiempos posteriores a la redacción del libro.

Si en verdad el autor fue Nehemías, entonces el libro fue redactado entre 431 y 430 a. C., cuando el hombre real había regresado por segunda vez a Jerusalén después de su visita a Persia.

Nehemías es un personaje bíblico, considerado por algunos exégetas autor del libro que lleva su nombre. Perteneció probablemente a la tribu de Judá, y su familia debe haber sido natural de Jerusalén. Vivió durante la dominación persa de Judea, y fue copero del rey Artajerjes I, de quien obtuvo permiso para gobernar el país hebreo a fin de solucionar el grave estado del culto. Completó las obras del escriba Esdras antes de regresar a prestar servicio en la corte persa.

Como queda dicho, I Crónicas, II Crónicas, Esdras y Nehemías constituyen una unidad temática. El autor de los dos primeros no corresponde con el o los de los dos últimos, aunque sí pertenecían a la misma escuela literaria y casi con seguridad formaban parte del personal de servicio del Templo.

Concretamente, Esdras y Nehemías relatan los hechos acaecidos en un siglo entero, desde 538 a. C. (decreto de Ciro el Grande) hasta el fin de la actividad de Nehemías (432).

La parte que corresponde a Esdras trata especialmente de la reconstrucción del Templo (Esd. 1-6) y de la organización legal del judaísmo (Esd. 7-10).

A pesar de la prolijidad de ambos libros y el largo período que ocupan, no contienen ni la más mínima mención al lapso comprendido entre 516 y 448 a.C.

Este libro concluye la parte de narración histórica estricta del Antiguo Testamento, si es que no se considera al libro de Ester en esta sección. El profeta Malaquías fue posiblemente contemporáneo de Nehemias y Esdras.

El valor histórico de Esdras es innegable. El autor es un historiador competente y honesto en lo que respecta a la historia de su pueblo, y las fuentes en que echó mano continúan siendo válidas en la actualidad. Si bien tergiversa ligeramente ciertos acontecimientos, ello se debe a su evidente adscripción al partido de los davídicos, pero ello no quita la certeza con que elabora un retrato histórico del período considerado.

Como empleado del Templo de Jerusalén, el autor de Esdras intenta demostrar que la única forma lógica de gobierno para Israel es la teocracia.

Sigue, por tanto, el canon conocido como "Historia deuteronómica" —que ya estaba terminado cuando él comienza a componer Esdras—, formado por los libros del Deuteronomio, Josué, Jueces, I y II Samuel y I y II Reyes.

Esdras pretende perfeccionar y profundizar en la historia deuteronómica subrayando los designios y actividades de Dios en los sucesos que narra. Así, convierte a David en la figura más importante de toda la Biblia, porque lo considera el perfeccionador de las leyes del legislador Moisés.

Deja el autor sin efecto las distinciones raciales y religiosas entre Israel y las tribus del norte, a las que llama en conjunto con un único nombre ("Israel") para simbolizar con ello la unidad davídica y mesiánica, y remarca la homogeneidad lingüística, histórica y cultural que cohesiona al pueblo de Dios.

Los aspectos señalados son especialmente visibles en Esd. 1:5, 4:1 y 10:2.

Esdras, como Nehemías, es un libro mesiánico, y por lo tanto sigue a los reformadores religiosos judíos que entendían que Dios propone un nuevo paso hacia el Mesías.

Ninguno de los protagonistas conseguirá restaurar a la Casa real de David, pero se hace evidente que van en la dirección correcta. La autonomía política judía se ha perdido, porque los personajes son fervientes judíos pero también funcionarios leales a sus jefes persas.

Aquellos que han sido liberados por Ciro de Babilonia donde estaban cautivos, se aglutinan ahora alrededor del Templo y adoptan una actitud aislacionista y legalista. Existe el peligro de caer en el esoterismo, pero los profetas mantendrán el orden y la esperanza

Se observa en Esdras un radical ascenso intelectual del pueblo hebreo: mientras los perezosos y mediocres se quejan de la difícil situación, la nobleza judía se acercará a Dios, se abrirán muchas sinagogas, escuelas de escribas que siguen las enseñanzas de los profetas Ezequiel y Esdras y el Sanedrín o consejo de ancianos establecerá una evolucionada reforma judicial.

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