martes, 29 de septiembre de 2009

Última Lección del Cuatrimestre mayo-septiembre 2009 de Sanidad Interior:

Sanando el Alma Herida:

Poderosos Principios Bíblicos:
Hay varios principios bíblicos que sirven como medicamentos para el alma. Por medio de ellos, el Espíritu Santo puede sanar las diferentes heridas que se hacen en el interior de la persona. En el pasaje bíblico donde un samaritano cura a un hombre herido (Lucas 10:38-42; Lucas 10:30-34), analizaremos cinco aspectos:
1.- Identifique las heridas en su alma: ...El herido gemía de dolor...
Es necesario que el cristiano se mantenga en comunión con el Espíritu Santo para que Él pueda revear qué heridas hay en el alma. Además, se debe aprender a detectar los síntomas que señalan que hay algún problema interno.
2.- Dios conoce la injusticia que sufriste: ...Viéndole...
Es importante reconocer como ve Dios la situación que se ha enfrentado. Él mantiene su control sobre las circunstancias, y ve la realidad de las intenciones y acciones en los que te dañaron. Su actitud esta llena de compasión hacia tí.
3.- Él esta cerca de tí para sanarte: ...Y acercándose...
Dios tiene una relación muy cercana hacia tí, Él ha estado a tu lado siempre: En tu formación en el vientre en el momento de la herida, en el tiempo del dolor, y también en el tiempo de la sanidad.
4.- Cristo ya entregó la medicina para tu dolor: ---echó...
El samaritano colocó tres elementos sobre el hombre herido. Todos ellos representan la medicina que Cristo ya entrega para tu sanidad. El la dio en la cruz del calvario.
- vino ... su sangre que da gozo y quita la corrupción
- aceite ... su Espíritu que suaviza la herida y quita el dolor
- cabalgadura ... su herencia que sostiene y levanta al débil y necesitado
5.- Aproveche la ministración de las personas de fe: ...lo llevó al mesón...
Es necesario aprovechar la ministración que el alma de la persona puede recibir, por medio de la adoración al Señor, el aprendizaje de su Palabra, y la intención de los ministros de la Iglesia. Por medio de ellos, se puede alcabzar la recuperación que se necesita.

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