miércoles, 6 de mayo de 2009

I.1. El hombre en el huerto del Edén: Génesis 2:4-17



Gén 2:4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos,
Gén 2:5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,
Gén 2:6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra.
Gén 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.(C)
Gén 2:8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.
Gén 2:9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida(D) en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Gén 2:10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
Gén 2:11 El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro;
Gén 2:12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice.
Gén 2:13 El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
Gén 2:14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.
Gén 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Gén 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
Gén 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

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